La emoción de los sentidos traducida en palabras
La escritura me acompaña desde que era adolescente. Fue mi antídoto durante mucho tiempo para luchar contra las flaquezas de mi alma. Era mi vía de escape. Escribía textos cortos, poesía, y mi diario aunque no era tan del día a día. Después llegó la herida de la pérdida de todos mis escritos y enmudecí durante casi diez años. Cada vez que intentaba escribir, supuraba la cicatriz y el dolor era más grande que la ilusión por volver a mi esencia. Pero el amor que todo lo puede, hizo que de nuevo las palabras brotaran. Y así, poco a poco, llena de emociones sentidas me sinceré conmigo y me perdoné.
Aún, si vuelvo al pasado, los ojos se empañan, pero al final todo forma parte del camino. Desde entonces, no he dejado de escribir. Poesía, relatos cortos, mis confesiones en diarios. La escritura forma parte de mi esencia. Tengo una necesidad por escribir, por expresar, y está siempre ligada a la emoción. A veces se dispara por los acontecimientos vividos, otras veces por esa nota musical, o esa canción, o un cuadro que esté observando, una imagen, un amanecer, un recuerdo, un instante. La emoción de los sentidos traducida en palabras.
Si tuviera que contar mi proceso creativo no sabría muy bien cómo explicarlo. Cuando es de dentro hacia fuera, nace solo por necesidad de escupir ese dolor, o de pintar la felicidad. Cuando sale de las entrañas fluyen solas las palabras. Otras veces busco la inspiración. Por querer enredar palabras, por querer reunirme conmigo en soledad. Es entonces cuando siempre me acompaña la música. A veces salto de una canción a otra, de una idea a otra, hasta que algo se ancla y se eriza en mi interior. Es entonces cuando la musa despliega sus alas y la magia me envuelve. Las palabras brotan, la emoción queda contenida, y la música parece sonar aún más fuerte. Escribir, borrar, encontrar las palabras que arrancan la piel para encontrarme cara a cara con ella, con la emoción. Y justo en ese instante, en el que siento que lo tengo escrito, el punto final y su clímax.
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